sábado, 30 de agosto de 2014

7. CUANDO NADIE ME VE...




"Cuando nadie me ve, en la intimidad. Donde no puedo hablar más que tu verdad. Donde no hay apariencias, donde al descubierto queda mi corazón" Jesús Adrián Romero 

   Vivimos en una sociedad que nos empuja de manera acelerada a tener una agenda ocupada. Desde que suena el despertador hasta la noche al acostarnos estamos llenos de tareas, que pasan a ser más importantes que tener un momento de intimidad con Dios. "Cuando Nadie Me Ve"

   Alguien decía "Estoy tan full con las clases que el único tiempo para orar es en el autobús" 

   Es vital para nuestras vidas que apartemos tiempos de calidad con Dios y que sea para nosotros una prioridad, como el oxígeno, como el aliento para la vida, como el combustible para un vehículo. Nadie sale de casa y llega a su lugar de destino "DESNUDO". Suponiendo que se da el caso, cuando le preguntan: "¿Qué te Pasó?, Responde: "Nada, es que se me hizo tarde. Vestirme implicaba perder 20 minutos más y no quería llegar tarde, por eso decidí de salir desnudo". Creo que nadie haría eso. Cuando no tenemos una vida de intimidad con Dios, literalmente salimos desnudos. 

   El Dr. Giacomo Cassese en su libro "Dimensión ABBA" dice: "Los Niños reconocen a sus padres solo por el nivel de intimidad"; " Un niño recién nacido que adolece de intimidad con sus padres, desarrolla un cuadro profundo de ansiedad producto de la separación" 

   La intimidad es una relación que nos lleva a participar, en su totalidad, de la realidad de Dios. Lo contrario a la intimidad es la separación, y todo aquel que se separe de Dios esta expuesto a la opresión, a la frustración, al fracaso y a la soledad.

   Es fundamental que desarrollemos nuestra intimidad con Dios porque es en ese lugar secreto donde obtendremos nuestra identidad como hijos de Dios, y, tendremos la fortaleza para enfrentar las circunstancias que cada día se presentan en la sociedad. Así protegemos el propósito divino que Dios tiene para nosotros. 

   David decía: "He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría." (Salmo 51:6 RVR 1960). 

   Cuando nadie me ve necesito intimar con el Señor, decirle como decía David "Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón." (Salmo 26:2 RVR 1960). Se trata de presentar nuestros corazones al Señor y decirle: "tú conoces mi corazón hasta lo más íntimo, purifícalo, límpialo y dame la identidad como tu hijo. Llévame a deleitarme en Tu presencia.

   Cuando nadie me ve es donde somos auténticos, donde podemos ser UNO con Dios, donde no hay mentiras, donde no hay caretas, donde entro en un proceso para convertirme en UNO con Dios, sin dejar de ser Dos.

   Así como David danzaba con todas sus fuerzas y con tanta intensidad, de esa forma, debemos vivir la locura en la intimidad, teniendo a Dios como nuestro "Papito". Por ello es que David llegó a ser un gran Rey, hombre conforme al corazón de Dios, y su secreto fue que desarrolló una vida de constante intimidad.

   "Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público." (Mateo 6:6 RVR 1960). 



Reto #7
   Prepare una cita especial con el Espíritu Santo y sea creativo e innovador. Haga algo atrevido y descabellado que nunca o pocas veces haya hecho con Él..
Escrito por: Daniel Garcés
Twitter: @Danielg_g12 


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