viernes, 29 de agosto de 2014

6. LA MARCA DE LOS QUE CLAMAN



   Cuando deseamos comprar un producto, generalmente nos gusta escoger la marca de nuestra preferencia y no solamente comprar lo que se consiga en el mercado, o como decimos coloquialmente, “bueno, bonito, barato, no importa que no tenga marca”.

   Porque la marca es un signo distintivo que ayuda a reconocer un producto, identificarlo y distinguirlo de otros productos similares. Por ejemplo, hay muchos sabores y marcas de helados pero mi preferido es el helado de chocolate,  de una determinada empresa. De manera que para mí, no todos los helados son iguales, sino que soy selectiva, escojo entre la variedad que hay en el mercado, porque la marca proporciona identidad y diferenciación en el rubro de helados.

​   La frase “todos somos iguales delante de Dios” no es totalmente cierta a la luz de Ezequiel capítulo 9. Israel había sido tomada por los caldeos y un grupo había sido llevado cautivo a Babilonia pero otro grupo había sido dejado en Israel. Este último grupo se entregó a la mas abominable idolatría y sus líderes religiosos decían “No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra” (8:12).

​   Pero Dios sí nos ve, porque sus ojos recorren toda la tierra. Y El sufre por nuestras malas acciones. Dice Ez.6:9 “yo me quebranté a causa de su corazón fornicario que se apartó de mi”. Dios determina ejecutar sus juicios por causa del pecado del pueblo y ya los verdugos estaban listos para destruir a los idólatras, empezando por los ministros del templo, pero antes da una orden a los ángeles para hacer una separación entre la gente.

   Ez.9:4 al 6 dice: “Y le dijo Jehová: pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo…Pasad por la ciudad en pos de él, y matad…pero a todo aquel sobre el cual  hubiere señal, no os acercaréis…” 

​   En este pasaje encontramos a un grupo minoritario de personas que “nadaban en contra de la corriente”. Ellos estaban despiertos,  no se dejaron influenciar por sus vecinos o familiares sino que lograron discernir lo que a Dios le agradaba y lo que Dios aborrecía, porque conocían a Dios. Pero no solo rechazaban estas prácticas, sino que sufrían al igual que Dios. Gemían, es decir, expresaban pena y dolor con sonidos quejumbrosos. Clamaban, por lo que pedían con desesperación y pasión.
​   Esta es la intercesión agonizante de estar delante de Dios en súplica, ruego, búsqueda, hasta que venga respuesta de lo alto. Lo opuesto, es la oración de corazones fríos y ojos secos, mecánica, sin signos de dolor y sin pasión.

​   Los intercesores son tan importantes para Dios. Tanto es así, que El los busca con vehemencia. Dios anhela encontrar hombres y mujeres que se levanten delante de El, como se describe en Ez. 22:30, y que se le enfrenten a El, en clamor, y formen un muro de contención que detengan Su juicio.

   ​Como dice mi pastor, César Castellanos, Dios distingue qué marca tenemos, levantémonos a favor de nuestra nación, que en nuestra frente tengamos la marca de la protección de Dios porque somos intercesores que protegemos a nuestra nación. 

   ​Todavía Dios no ha ejecutado todos sus juicios sobre Venezuela, cobremos ánimo, pongámonos de acuerdo para humillarnos delante de nuestro Dios, pidamos perdón por nuestra nación, hagamos que Dios cambie de opinión y mande bendición y salvación sobre nuestra tierra.

   ​Que llamemos la atención de Dios y que El vea que los intercesores venezolanos somos diferentes a muchos otros, porque El mismo nos coloca la marca de la intercesión agonizante sobre nuestras frentes.


RETO #6
   *Haga una lista de motivos de oración (su familia, su ministerio, su nación, otros países), y dedique los primeros 15 minutos de su devocional para orar por otros y no por sus propias necesidades.

 Escrito por: Pastora María Fe Reinoso de Isea

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