domingo, 24 de agosto de 2014

1. ¡VOLVIÉNDONOS AL PRIMER AMOR!



     Hay una canción popular venezolana muy vieja que dice: el primer amor nunca se olvida… Esto refiriéndose al amor entre un hombre y una mujer.
 
     Lamentablemente en la vida cristiana muchos olvidamos o dejamos apagar nuestro primer amor por el Señor. Cuando hablamos del primer amor, hablamos de esa pasión, ese ímpetu, ese empuje, ese fuego, esas ganas  que se despertó en nosotros cuando tuvimos la oportunidad de recibir al Señor Jesucristo en nuestros corazones.  

     Motivados por ese grandioso descubrimiento de un Dios amoroso y perdonador, no nos importaba el tiempo, las distancias ni cualquier esfuerzo que tuviéramos que hacer para hablar de él a otras personas, y sobre todo para estar en su presencia.

     Lamentablemente, así como el amor entre muchas parejas de enamorados se va enfriando, también el amor por el Señor y su obra, se nos enfría, se apaga o se muere.
 
     Por eso el propio Señor Jesucristo, a través del apóstol Juan, nos exhorta en Apocalipsis 2:4-5 a volver a nuestro primer Amor por el Señor. Lo interesante del caso es que en los versos anteriores se describe a la iglesia de Éfeso como una iglesia trabajadora, esforzada comprometida y muy activa en la obra de Dios.
Pero el reproche del Señor va dirigido al hecho de que hacían mucho, pero lo hacían sin pasión, sin fuego.


     Habían caído en un mero frenesí, un activismo intenso, mucho trabajo para el Señor de la obra, pero se habían olvidado del Señor de la obra.

     De manera tal que el llamado de Dios hoy es el mismo: ¡vuelve a tu primer amor! Es posible que estemos haciendo muchas cosas para Dios, pero probablemente lo estemos haciendo por rutina, religión u obligación, mas no por amor.
 
     Hoy el llamado sigue vigente: ¡vive tu vida cristiana con la misma intensidad como la viviste cuando recibiste a Jesús en tu corazón! Que nos vuelvan a brillar los ojos; que nos llenemos de emoción y nos volvamos locos por hablar de Él, y sobre todo, por estar con Él. Entonces se cumplirá lo que dice la canción: el primer amor nunca se olvida.  





RETO #1
  • Tenga un momento de reflexión en su intimidad con Dios acerca de como era su vida devocional al momento de conocer a Jesús, precise cuatro cosas que antes hacía y retome al menos una de ellas durante esta semana.

Escrito por: Past. Dario G. Isea
Twitter: @dariomultitudes

1 comentario:

  1. Éste mensaje me enciende porque, sin duda alguna, es Jesús quien carcome mi alma y huesos, quien enciende mi alma de pasión. ¡Excelente, pastor! Gracias.

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