lunes, 25 de agosto de 2014

2. CONOCIENDO A DIOS COMO AMIGO



     A los 13 años de edad tuve un encuentro con Dios, fue quizás, mi primer acercamiento personal e íntimo con Él. En mi inocencia comencé a acercarme a Dios de una forma muy peculiar a la de otros. Mis oraciones eran largas y divertidas conversaciones con Dios, hablábamos de todo tipo de tema, reíamos juntos; realmente podía escuchar su voz y sentirlo que estaba a mi lado como si fuera mi amigo. 

     Me he dado cuenta de que Dios no desea ser un Dios de "usted" sino un Dios de "tu". Cuando el Señor Jesús enseñaba sobre como orar (Mateo 6:9-13) siempre se refirió a Dios de "tu". El "tu" hace referencia a una relación cercana e íntima, donde se puede disfrutar de la compañía de otro sin limitantes, donde podemos ser auténticos y acercarnos con toda confianza.

     Cuando hablo del "tu" no me refiero a perder la reverencia, y mucho menos me refiero a que se le deba de decir "tu" a Dios en las oraciones, más bien, es un estilo de vida, una forma de intimar con Dios sin lejanías ni barreras, sino disfrutando de la plenitud de su presencia.

     Yo respeto a mis padres, y sé que Dios los ha puesto por autoridad sobre mi, pero eso no me impide que disfrute de ellos al máximo. Yo puedo besarlos las veces que desee, abrazarlos, puedo bromear con ellos o hablar de lo que sienta en mi corazón sin ningún problema, puedo incluso pellizcarles o agarrarle los cachetes, porque son mis padres y son mis amigos; de la misma manera Dios desee que nos relacionemos con Él. 

     En romanos 8:15 vemos que Dios nos adoptó para que seamos sus hijos, pero no está interesado en formalidades, no quiere ser llamado de "usted", el desea ser llamado ¡ABBA, PADRE! Y esto significa ¡PAPITO! Que hermoso es saber que Dios muere de ganas por ser llamado "papito". Él desea relacionarse con usted pero de una forma más cercana.

     Dios mismo se refiere a Abraham como su amigo (Santiago 2:23). ¡Dios consideraba a un simple mortal su amigo! Y también desea que tú y yo nos acerquemos a Él de tal forma. La Biblia también enseña en proverbios 18:24 que para tener amigos es necesario mostrarnos amigo o comportarnos como amigo.

     La amistad con Dios no es algo que surge como por arte de magia, es necesario que seamos dignos de ser llamados amigos de Dios. En Salmo 25:14 dice: "La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto." Dios no se relaciona con cualquiera, Él se relaciona sólo con aquellos que desean agradarle. El desea que lo amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todo nuestro cuerpo (Mateo 22:37).




RETO #2
  • Tenga un tiempo especial con Dios donde incluya adoración y disfrute de su presencia. Trácese como meta 30 minutos de oración diaria.

Escrito por: Pastor de jóvenes, Darío A Isea
Twitter: @iseadario

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